martes, 14 de abril de 2009

De México y el mundo...

¿Cuánta gente no conocemos que dice: “Yo en cuanto pueda me salgo de aquí y me voy a vivir al extranjero”?

¿Cuántas veces hemos oído la frase “Ya estoy harto de la situación de este país, las cosas nunca cambiarán”?

La realidad es que para millones de personas de todas las clases sociales, la solución a los problemas de nuestro país es huir e ir en busca de un mejor hogar, si es que se puede encontrar uno que nos llene tanto como nuestro México.
Pero he de confesar que esa nunca ha sido mi idea. Siempre he estado enamorada de este México hermoso y de su gente llena de calidez y de alegría que con una sonrisa y unos tacos llenan de luz cualquier día nublado.

Sí, México … mí México, está inmerso en una problemática política-social y económica muy grande que parece acentuarse con el tiempo generando círculos de pobreza, tristeza y resignación que atañen a nuestra sociedad día a día llenando a su gente de desesperanza y mucho dolor.

Hoy yo quiero decir que tengo fe, mucha fe en estas generaciones de jóvenes llenos de energía y de ganas de mejorar nuestro país. Pero la mayoría siente que para lograr un cambio de esta magnitud tiene que realizar una lucha de uno contra el mundo y por eso hay miles de jóvenes que cada día se dejan vencer por el miedo a luchar por un sueño que parece inalcanzable.

Así que llegué a la conclusión de que lo que falta no es gente con ganas de querer cambiar el mundo sino líderes que los motiven para hacer de su sueño una realidad. Yo quiero invitar a toda esta gente a volverse líderes, líderes de opinión, de movimientos altruistas, seamos el portavoz de la esperanza … movamos masas! Porque al unir nuestros sueños de un México mejor lo lograremos, de eso no me cabe la menor duda.

Yo sé que nací para servir porque en los últimos 10 días serví a una comunidad pobre pero llena de amor y jamás me había sentido tan plena y llena de vida. Porque cuando me entregué a ellos y me perdí en su amor me pude encontrar y descubrir que lo único que se necesita para cambiar el mundo es amor. Pero quiero hacer más por ellos, quiero que tengan la vida digna y maravillosa que merecen y que jamás les falte nada; no sólo a ellos sino a cada pequeña comunidad de este país.

El materialismo de hoy nos ha hecho egoístas y nos pone una venda en los ojos que nos impide ver que servir a los demás es el regalo más hermoso que podemos hacernos a nosotros mismos porque engrandece nuestro espíritu e inspira a los demás a seguirnos con el único fin de hacer de este mundo un lugar más feliz para cada una de las personas que en él vive.

Sé que yo cambiaré al mundo y en realidad no es tan difícil porque estos grandes cambios no requieren, en principio, de dinero y cosas materiales sino de un cambio en la mentalidad de la gente. Porque como dijo Sócrates “Aquel que quiera cambiar el mundo debe empezar por cambiarse a si mismo” Disfruten del sentimiento que se genera en nuestros corazones al servir a los demás y en menos tiempo del que creen dejaremos de sentir que luchamos batallas imposibles.


“Sé tú el cambio que quieres ver en el mundo.” Gandhi

Pobres por material, millonarios por calidad: El cielo y el infierno en el ámbito terrenal

By Ana

Existen dos conceptos con los que hemos vivido toda nuestra vida, conceptos que si bien son tan opuestos como los polos, siempre caminan juntos en las enseñanzas teológicas, filosóficas, metafóricas y en si en cada enseñanza de la vida. Los conceptos son: el cielo y el infierno, la confrontación del bien y el mal, la encarnación de las virtudes y malas intenciones.

Bajo una vivencia de una gran experiencia, aprendí que no es necesario morir para conocer el cielo o el infierno, aprendí que estos conceptos metafóricos son aplicables en nuestra vida diaria pero sobretodo aprendí que la vida es mucho más que aprendizajes y experiencias. Conocí a una comunidad humilde, pobre, que viven en condiciones deplorables, una comunidad que esta a cientos de kilómetros de mi lugar de origen, sin embargo la distancia crea mundos opuestos y diferentes. Ver mi lugar de origen y compararlo es hablar de la tangibilidad visible de un cielo y un infierno.
Para mí la comunidad pobre; un infierno, para ellos; un lugar al que llaman hogar, su cielo.Dentro de esa categorización del lugar donde viven conocí corazones tan reales, y puse en tela de juicio si el lugar donde yo vivo es realmente mi cielo.
Este pueblo olvidado tiene más corazón que cualquier otro lugar que he conocido, la humildad los ha llevado al punto de amar sin pasiones, sin intereses, incondicionalmente y eso crea un impacto mas grande que cualquier energía conocida en el mundo.

En los ojos de cada miembro de la comunidad se alcanzan a observar valores que si bien creemos tenerlos, en ellos encarnan. En sus ojos se lee el amor, el respeto, la confianza, el apoyo, la unidad pero sobretodo la esperanza. Para ellos, vivir en condiciones deplorables es una razón más por la cual estar agradecidos, para ellos el vivir es el objetivo más grande.

Pero ¿sabes por qué viven así a pesar de sus condiciones? Porque para ellos el mañana es tan solo una condición futura, para ellos los animales son seres que comparten sus dormitorios, para ellos Dios es la guía mas grande, es quien los escucha, ellos lloran las oraciones, para ellos pescar no es solo conseguir comida si no compartir momentos valiosos con los niños pequeños.

¿Es necesario quitarnos de bienes para valorar lo que realmente importa? Si lo es, pero tenemos miedo. ¿Por qué? Porque sabemos que si nos quitan los bienes, estaremos en el infierno. Somos materialistas de nacimiento, no conocemos el amor verdadero por el prójimo. Solo amamos a nuestros amigos, familia o parejas. No miramos abajo y frotamos la cabeza sucia de un niño indigente, por que el está sucio.


En el infierno se vive infeliz bajo fuego, pero esto es metáfora. La representación del infierno como se nos ha hecho creer es para entenderlo de forma sencilla, nuestra mente es tan cerrada que no nos damos cuenta que el infierno es una condición de soledad, desilusión, amarga tristeza y de odio. El infierno es la guerra.El cielo es el amor, la compasión, la ayuda, el interés por el prójimo, la paz. El cielo es amar a un amigo por sobretodos las cosas, es contar incondicionalmente con alguien es llorar de alegría es alcanzar tu corazón con la mente y analizar que tan sonriente esta.Esta experiencia me presento tangiblemente los conceptos.

Me hizo amar la vida como la conozco profundamente y me hizo un llamado enteramente espiritual.; me ha hecho sentir más viva que nunca. Me ha dibujado el camino que debo de tomar, el cambio empieza con una sonrisa la cual ya fue dibujada.Hoy, vivo en el cielo, porque conozco la esperanza a manos de gente que poco tiene. Vivo en el cielo por que pude decirles a ellos que los sueños se cumplen y que jamás dejaran de creer y sobre todo vivo en el cielo porque quiero vivir la vida intensamente bajo condiciones de amar al extremo ayudar al máximo, traducir sueños en realidades.Y entiendo por fin, que no importa tu religión, sexo o condición: Un ser supremo existe, un ser que escucha tus decretos protege a este mundo, existe algo más grande que las parábolas e historias de las que hemos sido víctimas en nuestras religiones; se llama vida, energía y esperanza.

No intento llamarte a comparar lo que tú tienes con los que no lo tienen porque esto al cabo del tiempo se olvida, somos imperfectos, te llamo a entender que somos todos uno mismo y que los cambios comienzan con granitos de arena. Mi llamado para ti es el de no tener miedo, no esperar a morir para vivir en el cielo, por que seamos honestos nadie sabe si ese lugar después de la vida existe, y realmente atreverte a abrir todos tus órganos para sentir, eso te llevara a una plenitud porque, la plenitud no es exclusiva de los ancianos, es de todos y la puedes sentir tan solo con una sonrisa.
Siente, vive, respira, corre, llora de felicidad…ama en verdad.

“Los ángeles no son seres espirituales, los ángeles son los humanos que hacen un cambio positivo en la vida de los demás, los ángeles son quienes te hacen llorar por que mañana ya no estarás”AC