lunes, 21 de septiembre de 2009

Haz el amor, no la guerra

Y cuando crees que México y la situación actual de los mexicanos no podría ser peor a menos que López Obrador fuera presidente y que los delegados fueran personas tan instruidas como “Juanito”, me encuentro el pasado viernes con un documental en The History Channel llamado “diamantes de sangre”. Para aquellos que vieron la película con el mismo título entenderán en seguida la temática del programa y para los que jamás hayan oído este término intentaré explicar un poco de donde surge.

El término “diamantes de sangre” deriva de la problemática que existe en países de África como Sierra Leona y Angola, en donde grupos rebeldes hacen toda clase de barbaridades para extraer diamantes y venderlos a esta multimillonaria industria a cambio de armamento. Recorren pueblos en busca de esclavos que trabajarán en la extracción de las preciadas piedras a marchas forzadas y bajo condiciones infrahumanas en donde los obligan a trabajar las 24 horas sin descanso mientras un rifle les apunta la cabeza, se pretende que estén exhaustos para que no tengan ganas de huir si quiera. Reclutan niños de 6 a 12 años para ser parte de su “organización” en donde la mayoría de las veces los fuerzan a matar a sus propias familias y los mantienen drogados para poder controlarlos. Violan mujeres, raptan a sus bebés sólo para dejarlos morir y mutilan a la gente para infundir el miedo y lograr que comunidades enteras abandonen sus residencias con el fin de alejarlas de las zonas ricas en diamantes.

Se dice que el 60% de los diamantes del mundo son provenientes de estas zonas de conflicto en donde han muerto un aproximado de 4 millones de personas sin importar su edad, sexo o familia. Los ojos de esta sociedad denotan una tristeza y una desesperanza con las que pocas veces nos topamos en la vida; sus testimonios llenos de melancolía y derrota te quiebran el alma. Ver las imágenes de bebés mutilados, casas en llamas de donde salían gritos desgarradores, niños sosteniendo enromes rifles con sus pequeñitas manos, jóvenes que sin ganas de vivir escarban la tierra; y el retrato de de una sociedad pobre, muy pobre, que pide a gritos silenciosos su libertad y la oportunidad de vivir una vida en paz. Y pensar que la pobreza no es su principal problema a pesar de que mueren de hambre te hace pensar en lo valioso que es vivir en un país que no conoce la guerra.

Sí, somos un país pobre, lleno de males que cada día hacen más difícil esta lucha contra la desigualdad, la corrupción, la injusticia, el narcotráfico y la inseguridad pero tenemos grandes cosas a nuestro favor; tenemos paz y libertad, y eso debería de darnos la fuerza suficiente para poder erradicar las dificultades que acechan a nuestro país.

No hay que olvidar que la paz con la que contamos es un regalo que no todos los países tienen. Así que queda mucho por hacer, empecemos por mejorar nuestra tierra azteca porque allá afuera hay un mundo que nos necesita y nos necesita ya.

Quisiera que la paz no fuera un lujo, que la igualdad y la justicia dejaran de ser utopías y que la tierra, el aire y los paisajes no estuvieran en venta.





Si quieren entender más de esta problemática entren a este link que los llevará al programa de “Diamantes de Sangre” de The History Channel. Tiene imágenes algo fuertes pero creo que es necesario que todos nosotros sepamos que pasa en el mundo para pensar cómo podemos per parte de la solución.
http://www.youtube.com/watch?v=rY4GReh9QlM

1 comentario:

  1. Muy padre lo que escribiste cuñada. Ese documental esta excelente solo que si es un poco fuerte pero no le quita las cosas buenas que enseñan.
    Quiero felicitarlas por su blog, debe de ser muy dificl encontrar la voluntad para escribir continuamente, al kmenos yo no puedo jijiji.
    Un beso

    Javi

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