lunes, 30 de noviembre de 2009

“Penúltimo”

Hoy el día parece estar más claro que el resto, el sol brilla un poco mas que otros días, y el clima se siente con más tranquilidad. ¿Sera porque el penúltimo semestre de mi carrera esta por terminar?
¿O será porque al fin he podido arreglar las cosas que hace unas semanas no me dejaban respirar?
Hace unos días tuve un choque, y para mi ese choque no solo significo ser golpeada por otro carro, si no la gota que derramaba una mala época.
Y así nos hemos sentido miles de veces, la ironía de la vida viene a decirte que en efecto, las cosas pueden estar peor de lo que te imaginas. Y tal vez es porque se cruza esa línea de la realidad de la mala suerte con la realidad de la vida, se cruza esa línea y al final tomamos las cosas con una filosofía diferente.

Y esa filosofía se llama madurez, y con la madurez se va dejando de lado la juventud que te permite tener errores que a una edad adulta ya son imperdonables.
La señal de que la vida madura esta tocando a mi puerta me quemo con una realidad sumamente fuerte.

Me di cuenta de 5 cosas que señalan que efectivamente ya soy un adulto:
1) Dolores musculares que no de repente, sin explicación alguna, te hacen presa en cada extremidad posible de tu cuerpo
2) Tus conversaciones son en tiempo pasado, pero no pasado como el fin de semana, si no comienzas a hablar de cosas como: las caricaturas de ahora no son como las de antes
3) Pintarte el cabello no solo por la moda de un nuevo color, si no porque esta vez quieres tapar las 5 canas que te han salido
4) EL decir: naci en “mil novecientos ochenta y tantos” parece mas pesado que nunca
5) Ir a un bar calmado o a un café parecen ser siempre el mejor plan con tus amigos mas cercanos

Es así como me di cuenta de un pequeño detalle, ahora que estoy por terminar mi penúltimo semestre de la universidad y todo el año no he hecho otra cosa mas que desear que el día se pase rápido para que de repente sea el ultimo día de clases, he perdido mucho tiempo deseando que el tiempo pase y de repente ha llegado un momento en el que todo parece ir mucho mas rápido.-
De nuevo, nos encontramos entrando al último mes del año. Y mientras intento que pensamientos como: ¿Logre mis propósitos este año? Se borren de mi cabeza con el temor de no lograrlos, me doy cuenta de que vivir por vivir sin rumbo planeado hace que todo sea mucho mas difícil.

¿Qué tan lista me siento para ser 100% responsable de mis errores? La verdad, es que el porcentaje es desalentador pero me anima saber que jamás nos sentiremos 100% listos, simplemente porque siempre queremos encontrarle la razón de ser a nuestras malas decisiones, ocultándolas con razones ilógicas que a la vista de los demás son absurdas pero que para nosotros son alentadoras para seguir adelante.

Y la verdad, es que así tengamos 17 o 56 jamás un error será lo suficientemente grave como para no resolverlo. Y como lo hemos dicho desde el primer día que escribimos en este blog, la idea radica en enfocar la situación con otro lente.
Podre tener 1000 problemas, podre llorar tanto como mis ojos lo permitan, podre sentir que despertar es cada vez más difícil, pero lo importante es que solo basta con un día para poner todo en perspectiva y basta con no esperar a hacer mi lista de propósitos para el año siguiente y cambiar aquello que he venido haciendo mal. Basta con querer empezar cada día con la idea de que este será mejor que mañana.

Así que, no esperes que sea 31 de diciembre para hacer esa lista. Cambia hoy eso que en el fondo no quieres ver, pero que sabes que has hecho mal.

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